Juan Alberto Castro (Buenos Aires, 13 de enero de 1971 - íd. 5 de marzo de 2004) fue un periodista argentino de transcendencia en la televisión.
Nació el miércoles 13 de enero de 1971 en el barrio de Parque Patricios junto a su hermano gemelo Mariano. Según él mismo contó en entrevistas, vivió en un monoblock hasta los 19 años, cuando pudo independizarse. Sin embargo, sus padres decidieron enviarlo al Colegio Carlos Pellegrini, una de las instituciones educativas públicas más prestigiosas de la capital argentina.
Durante sus años en Telefé Noticias, conoció a Dolores Cahen D'Anvers, con quien forjó una sólida amistad y quien lo acompañaría en su primer programa propio: Zoo, las fieras están sueltas, que comenzó a emitirse por América en 1997. El programa generó fuertes polémicas a lo largo de sus tres años al aire por los temas que trataba en sus informes: drogas, marginalidad, discriminación, sexualidad, entre otros. De este período, se recuerda la entrevista que le realizó a Mario Firmenich, líder de Montoneros durante de década del 70; la cobertura del "Love Parade" en Berlín y el descubrimiento de documentación de inteligencia realizada por el gobierno del Proceso de Reorganización Nacional contra opositores. Otra marca de Zoo fueron sus informes acerca de la lucha y prevención contra el sida y el compromiso de Castro con la causa de las Abuelas de Plaza de Mayo por la devolución de los hijos de desaparecidos nacidos en Centros Clandestinos de Detención durante el Proceso.
En el año 2000, conduce por América el ciclo periodístico Unidos y Dominados junto a Fernando Carnotta, Lorena Maciel, Ricardo Ragendorfer y Marcelo Gantmann. El nombre del programa estaba inspirado en una frase que pronunció el general Juan Domingo Perón: "el 2000 nos encontrará unidos o dominados". Temáticamente, "Unidos y dominados" se inscribía en los tópicos tradicionales del periodismo de la época: investigaciones de alto impacto, informes sobre temas judiciales, policiales y deportivos. A pesar de las buenas mediciones de audiencia, el programa sólo duró seis meses al aire por razones que no están del todo claras.
Una vez concluida la experiencia de "Unidos y dominados", Castro se dedicó exclusivamente a la radio. Desde 1998, conducía el programa "El Mañanero" junto a su íntima amiga Verónica Lozano. En 2002, comenzó un nuevo ciclo en radio Metro llamado "Mix Urbano": un magazine de actualidad matizado con música electrónica.
En septiembre de 2001, realizó la primera de una serie de declaraciones públicas sobre su vida privada que tuvieron una amplia repercusión en la sociedad argentina: en una entrevista en la revista mensual El Planeta Urbano admitió su homosexualidad. Días más tarde, ratificaría sus declaraciones en el programa televisivo Sábado Bus. Poco después, volvió a la televisión para conducir la versión local del reality show Confianza Ciega, por lo que fue duramente criticado por el periodismo.
El 7 de marzo de 2002, en medio de una aguda crisis económica y social en Argentina, estrena el que sería su último programa: Kaos en la Ciudad, con producción de Endemol. El programa se emitía por Canal 13 los jueves a las 23 horas y logró superar requerimientos muy estrictos impuestos por la emisora. Para perdurar en su programación, Kaos en la Ciudad tenía que registrar elevados niveles de audiencia. Así, las primeras cuatro emisiones fueron realizadas en forma gratuita por Castro y sus colaboradores: Martín Ciccioli, Carla Czudnowsky, Ronnie Arias y Martín Jáuregui. La primera emisión registró un promedio de 23 puntos de rating, que se mantuvo durante los dos años que el programa estuvo al aire. En reiteradas oportunidades, logró vencer en audiencia al programa cómico Videomatch que Marcelo Tinelli conducía en Telefé. La última emisión fue exhibida el 25 de diciembre de 2003, y ya existían proyectos para una temporada en 2004. El programa, al igual que el propio Castro, estuvo nominado para los Premios Martín Fierro, aunque nunca le fue otorgado.
A pesar del éxito profesional y del reconocimiento popular que le acercaban sus programas, la vida personal de Castro atravesaba un período de extrema dificultad. Desde adolescente lo acompañaba una grave adicción a la cocaína y a otras drogas, que le provocaban alucinaciones y estados de paranoia que admitiría en sucesivas entrevistas mediáticas. El 27 de julio de 2003, debió ser internado en el Sanatorio Otamendi y Miroli por un cuadro derivado de su adicción. La prensa amarilla cubrió ampliamente el hecho, que fue presentado a la opinión pública como "stress". El 7 de agosto, desde las cámaras de Kaos en la Ciudad, Castro realizó una exposición en la que admitió su adicción a las drogas: "estuve dando un par de vueltas por el Infierno y pensaba que podía salir de ahí cuando yo quería. Sin embargo, muchas veces me descubrí a mí mismo nuevamente envuelto en las llamas", dijo. A partir de entonces, comenzó un tratamiento ambulatorio de su adicción que, a la fecha, se encuentra bajo investigación de la Justicia argentina.
En febrero de 2004, retomó su actividad en la productora Endemol, en donde había sido nombrado Director Creativo a fines del año anterior, para preparar la temporada 2004 de su programa; llegó a grabar varios informes, el último de ellos en la tarde del 2 de marzo de 2004. Este material nunca fue emitido por televisión y se desconoce su paradero. Sin embargo, una recaída en su adicción a la cocaína causó su internación en la clínica Santa Rosa en búsqueda de tratamiento el 21 de febrero. El 24 de febrero fue trasladado al Sanatorio Otamendi para que se le practicaran análisis de rutina, tras lo cual partió a su domicilio. Una semana después, se produjeron los hechos que lo llevaron a la muerte.
El martes 2 de marzo de 2004, Juan Castro cayó desde el balcón de su departamento en el primer piso de un edificio del barrio porteño de Palermo. Fue un hecho que impactó a la prensa argentina.
Luego de permanecer internado por tres días, falleció el 5 de marzo, debido a un paro cardíaco derivado de una falla multiorgánica.
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