Cuando un amigo se va, queda un espacio vacío”, dice la famosa canción de Alberto Cortez. Y en la casa de “Gran Hermano” sucedió algo similar. Con la salida de Cristian Urrizaga también se fue el mejor estratega que tenía el juego. Sin embargo, uno de los “hermanitos” estaría decidido a ocupar ese lugar.
Jonathan Kok, quien reemplazó a Juan Pablo, sorprendió a sus compañeros al confesar su sorpresiva historia de vida. El joven modelo publicitario reunió al resto de los concursantes y les dijo que contaría algo que lo angustiaba mucho, pero que quería sacarse de encima. Tras salir a tomar aire al jardín, Jonathan K volvió al interior de la casa y reveló que estuvo cuatro años preso.
“No hice nada, tuvo mala suerte”, se limitó a relatar. Luego, al borde del llanto, sostuvo que no puede “hablar mucho porque se quiebra”. “Mientras estuve preso nacieron todos mis sobrinitos y recién los vi ahora, cuando salí”, agregó.
Para terminar su relato, el rubio actor les dijo a sus compañeros que “son buenas personas y por eso me voy a ir abriendo”.
Sorprendidos con el relato, la producción de “Gran Hermano: el debate” se comunicó con el hermano de Jonny K, quien desmintió todo. “Es todo mentira, tal vez sea una manera de llamar la atención o está buscando una estrategia”, comentó Gonzalo Kok en diálogo con Mariano Peluffo.
Pese a no haber escuchado estas palabras, el resto de los participantes tampoco cree el relato del joven actor. De hecho, inmediatamente lo acorralaron con inquietudes y lo dejaron bastante mal parado. Por ejemplo, le preguntaron en cuál cárcel estuvo detenido, a lo que contestó “Devoto y Pilar”. Pero al darse cuenta que en Pilar no hay prisión, trató de explicar que le dieron domiciliaria junto a otros tres jóvenes.
Su hermano manifestó que era mentira.
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