Entró a Gran Hermano para conseguir trabajo como modelo, y así darle una vida mejor a su hijo de 8 años. Al principio era la gran aliada de Cristian U, pero decidió tomar distancia. Si bien se perfilaba como candidata a finalista, Jésica Hereñu (27), optó por abandonar la Casa y reencontrarse con su hijo. Sexy, y una de las más lindas del reality, explica, “trabajé 5 años de camarera, y este verano había decidido dejar eso para hacer desfiles y bailar, que es lo que realmente me gusta. Creí que me servía entrar a la Casa para hacerme conocida y trabajar con eso. Pero, más que nada, entré para comprarle una casa a mi hijo, ya que vivimos desde que era chica en la casa de mi abuela. El nene duerme conmigo y a veces he tenido algún reproche típico de convivencia”.
–Al principio, Cristian U te caía bien.
–Sí, me pasaba viendo sus jugadas, y se las adivinaba. Decía que se quería ir porque no aguantaba más, pero no era así. Le tenía aprecio, y aún lo tengo, pero no en la misma medida. A raíz de muchas cosas, entre ellas mi sensibilidad, escuché algunos gritos y quedé susceptible. Después, Alejandro me contó que Cristian le dijo que yo estaba actuando mal al estar con Pepa. Entonces, hablaba mal de mí. En la Casa se siente como estrategia.
–¿Fue un alivio que se fuera?
–Sí, a nivel de que estábamos perturbados por el juego de Cristian U, no solo por su juego, sino porque ya estábamos quebrados. Siempre dije que era buena persona, pero creo que el jugador le ganó al ser humano, y te rompía la cabeza.
–¿Cuando volvió, te dieron ganas de irte?
–No por él, me molestó la situación, sentí que no era justo. Perdí 2 meses de mi hijo, y entre otras cosas no pude llevarlo a la playa. Ahora vuelve al colegio. No es justo, se reemplaza a él mismo. No me importaba que haya escuchado algo mío, fingió un ataque de pánico y al rato se reía. Sé lo que es eso, porque mi mamá tuvo uno cuando yo era más chica, porque se le murieron los padres en el mismo año. Además, sufrimos una situación económica muy mala. No teníamos plata, vendíamos cualquier cosa para comprar la comida. Ver que Cristian fingía me jodió, y ahí comprobé que no tenía límites.
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